Ley Karin: Para prevenir el acoso y la violencia laboral
El próximo 1 de agosto entra en vigencia la Ley 21.643, conocida como Ley Karin, introduciendo cambios significativos en el Código del Trabajo de Chile, especialmente en la prevención y sanción del acoso laboral, acoso sexual y violencia en el trabajo. Esta normativa no solo redefine conceptos claves, sino que también establece nuevas obligaciones para las empresas, marcando un precedente importante en el derecho laboral chileno.
Redefinición del acoso laboral
Uno de los principales cambios de la Ley Karin es la redefinición del acoso laboral. La nueva normativa elimina la exigencia de reiteración de conductas para que una acción se considere acoso. Esto significa que un solo acto puede ser suficiente para constituir acoso laboral, destacando la gravedad de estos comportamientos y su impacto en el entorno laboral.
Protocolos de prevención y evaluación de riesgos
La Ley Karin establece la obligatoriedad para las empresas de contar con protocolos de prevención y evaluación de riesgos en su Reglamento Interno. Estas medidas deben desarrollarse en colaboración con las mutuales de seguridad, asegurando un enfoque integral en la protección de los trabajadores.
Además, los empleadores deberán proporcionar informes semestrales detallando los canales disponibles para recibir denuncias relacionadas con el acoso sexual, acoso laboral y violencia en el trabajo. Estos informes también deben incluir información sobre las entidades estatales a las que los trabajadores pueden acudir para reportar cualquier violación a la normativa laboral y para acceder a beneficios en materia de seguridad social. Este requisito busca garantizar la transparencia y el cumplimiento normativo, fortaleciendo los mecanismos de protección y apoyo a los trabajadores en situaciones de riesgo laboral.
Denuncias verbales y escritas
Otro cambio relevante es la modificación en la forma en que se pueden realizar denuncias. La nueva normativa permite que las denuncias de acoso laboral, sexual y violencia en el trabajo se realicen tanto de manera verbal como escrita. Anteriormente, la denuncia de acoso sexual debía ser presentada únicamente por escrito. Este cambio facilita el proceso de denuncia y protege a las víctimas al ofrecer múltiples vías para reportar incidentes.
Desafíos de implementación
La implementación de la Ley Karin presenta varios desafíos. Según Karla Varas, profesora de Derecho del Trabajo en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, el principal reto para las organizaciones empresariales y el Estado será la obligación de contar con un protocolo de prevención del acoso laboral, sexual y la violencia en el trabajo.
«Esto es un desafío relevante porque implica para las empresas identificar riesgos, evaluar los riesgos psicosociales e implementar medidas de control que sean evaluables, que vayan siendo perfeccionadas y corregidas con el tiempo», explicó Varas. Además, enfatizó la necesidad de sensibilizar a las organizaciones respecto a las temáticas de acoso y violencia laboral, especialmente en relación a la violencia hacia las mujeres.
Educación y conciencia
Varas también destacó la importancia de la educación y la sensibilización en los lugares de trabajo. «Hemos naturalizado ciertas conductas incorrectas en espacios laborales. Es crucial que los espacios de trabajo sean saludables y permitan el desarrollo pleno e integral de cada persona. Los espacios laborales deben ser lugares felices, sin generar sufrimiento a quienes deben concurrir a estos», concluyó la experta.
Conclusión
La Ley Karin representa un avance significativo en la protección de los trabajadores chilenos contra el acoso laboral, acoso sexual y violencia en el trabajo. La redefinición del acoso, la obligatoriedad de protocolos de prevención y la posibilidad de denuncias verbales y escritas son cambios cruciales que buscan crear un entorno laboral más seguro y saludable. Sin embargo, su implementación plantea desafíos que requerirán esfuerzo y compromiso tanto de las empresas como del Estado. La educación y la sensibilización serán fundamentales para garantizar que los espacios laborales se conviertan en lugares donde todos puedan desarrollarse plenamente y sin temor a sufrir acoso o violencia.
Ley Karin: Para prevenir el acoso y la violencia laboral
El próximo 1 de agosto entra en vigencia la Ley 21.643, conocida como Ley Karin, introduciendo cambios significativos en el Código del Trabajo de Chile, especialmente en la prevención y sanción del acoso laboral, acoso sexual y violencia en el trabajo. Esta normativa no solo redefine conceptos claves, sino que también establece nuevas obligaciones para las empresas, marcando un precedente importante en el derecho laboral chileno.
Redefinición del acoso laboral
Uno de los principales cambios de la Ley Karin es la redefinición del acoso laboral. La nueva normativa elimina la exigencia de reiteración de conductas para que una acción se considere acoso. Esto significa que un solo acto puede ser suficiente para constituir acoso laboral, destacando la gravedad de estos comportamientos y su impacto en el entorno laboral.
Protocolos de prevención y evaluación de riesgos
La Ley Karin establece la obligatoriedad para las empresas de contar con protocolos de prevención y evaluación de riesgos en su Reglamento Interno. Estas medidas deben desarrollarse en colaboración con las mutuales de seguridad, asegurando un enfoque integral en la protección de los trabajadores.
Además, los empleadores deberán proporcionar informes semestrales detallando los canales disponibles para recibir denuncias relacionadas con el acoso sexual, acoso laboral y violencia en el trabajo. Estos informes también deben incluir información sobre las entidades estatales a las que los trabajadores pueden acudir para reportar cualquier violación a la normativa laboral y para acceder a beneficios en materia de seguridad social. Este requisito busca garantizar la transparencia y el cumplimiento normativo, fortaleciendo los mecanismos de protección y apoyo a los trabajadores en situaciones de riesgo laboral.
Denuncias verbales y escritas
Otro cambio relevante es la modificación en la forma en que se pueden realizar denuncias. La nueva normativa permite que las denuncias de acoso laboral, sexual y violencia en el trabajo se realicen tanto de manera verbal como escrita. Anteriormente, la denuncia de acoso sexual debía ser presentada únicamente por escrito. Este cambio facilita el proceso de denuncia y protege a las víctimas al ofrecer múltiples vías para reportar incidentes.
Desafíos de implementación
La implementación de la Ley Karin presenta varios desafíos. Según Karla Varas, profesora de Derecho del Trabajo en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, el principal reto para las organizaciones empresariales y el Estado será la obligación de contar con un protocolo de prevención del acoso laboral, sexual y la violencia en el trabajo.
«Esto es un desafío relevante porque implica para las empresas identificar riesgos, evaluar los riesgos psicosociales e implementar medidas de control que sean evaluables, que vayan siendo perfeccionadas y corregidas con el tiempo», explicó Varas. Además, enfatizó la necesidad de sensibilizar a las organizaciones respecto a las temáticas de acoso y violencia laboral, especialmente en relación a la violencia hacia las mujeres.
Educación y conciencia
Varas también destacó la importancia de la educación y la sensibilización en los lugares de trabajo. «Hemos naturalizado ciertas conductas incorrectas en espacios laborales. Es crucial que los espacios de trabajo sean saludables y permitan el desarrollo pleno e integral de cada persona. Los espacios laborales deben ser lugares felices, sin generar sufrimiento a quienes deben concurrir a estos», concluyó la experta.
Conclusión
La Ley Karin representa un avance significativo en la protección de los trabajadores chilenos contra el acoso laboral, acoso sexual y violencia en el trabajo. La redefinición del acoso, la obligatoriedad de protocolos de prevención y la posibilidad de denuncias verbales y escritas son cambios cruciales que buscan crear un entorno laboral más seguro y saludable. Sin embargo, su implementación plantea desafíos que requerirán esfuerzo y compromiso tanto de las empresas como del Estado. La educación y la sensibilización serán fundamentales para garantizar que los espacios laborales se conviertan en lugares donde todos puedan desarrollarse plenamente y sin temor a sufrir acoso o violencia.
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